LA HISTORIA DE CLAUDIA Y LUCHO – Parte I

 


• Diseño de portada: Dania Chávez

• Guión: Ronnie Farfán

• Producción: Cynthia Nunez-Curto, Aron Nunez-Curto y Johuseline Porcel

• Actúan: Laly Goyzueta, Beatriz Ureta y Marcello Rivera


Tenían todo planeado: la carrera, el internado y su futuro como pareja. Pero Claudia queda embarazada y no lo quiere tener, mientras que Lucho sí ¿Qué dirá su familia? ¿Será lo mismo para Claudia? ¿Qué pasará con todo lo planificado?


 

GUIÓN

ESC. 1: INT. HABITACIÓN DE CLAUDIA EN SU CASA, LIMA. DÍA. 

Claudia (21) habla por teléfono con Lucho (21), su enamorado. Claudia está en su habitación, a puerta cerrada, en el segundo piso de su casa. 

CLAUDIA: No sé, yo no creo que sea buena idea, Lucho. ¿Tú sabes lo que es criar a un bebé? Olvídate. Encima luego nos falta el internado y todo eso, ni siquiera hemos acabao’ la facultad, no hay forma pues, ¿cómo vamos a hacer? No, estás loco… Sí, te escucho, te escucho… Sí… sí… ya… no, pero yo no quiero cargar a mi mamá con más problemas… ya de por sí va a ser una carga, es una boca más, Lucho y hasta que nosotros empecemos a ganar plata falta uffff… ¿o tú te vas a poner a trabajar y vas a dejar de estudiar?… ah, ya, ves? Sí… ajá… ya… ¿pero de dónde sacas eso?… bueno, yo creo que tenemos que seguir conversándolo en persona mejor, ¿ya? Ah pero, ojo, yo no le voy a decir nada a mi mamá, ah. Mira, lo tenga o no lo tenga, yo prefiero no decir nada acá porque ya sé cómo se van a poner, yo sé cómo son… ¿tú, sí? ¿Tas’ seguro?… Bueno, pero que no digan nada y menos que vayan a abrir la boca delante de mis papás… Déjaselos bien claro, por favor, porque sino se va a armar un…

GISELA: (EN OFF, DESDE EL PRIMER PISO DE SU CASA, LLAMA A SU HIJA) ¡Claudia!  

CLAUDIA: Justo me está llamando mi mamá, ya debe estar la comida. 

GISELA: (EN OFF, INSISTE) ¡Claudia!

CLAUDIA: ¡Ahí voy, ma’! (AL TELÉFONO) Ya, tengo que cortar. Ya luego seguimos hablando. Sí, sí, yo te llamo… Yo también te amo. Beso. (CUELGA)

GISELA: (EN OFF, INSISTE) ¡Claudia!

CLAUDIA: ¡Ahí estoy yendo, ma’!

ESC. 2. INT. ESCALERAS DE LA CASA DE CLAUDIA. DÍA.

Claudia baja por las escaleras de su casa y habla desde ahí. Se encuentra con Gisela (42), su mamá, en el primer piso.

CLAUDIA: ¡Dime, ma’! ¿Ya está la comida?

GISELA: Vino el delivery de la farmacia porque se olvidó de darte la boleta con el vuelto. Aquí está.

Gisela le entrega una bolsa con monedas y la boleta. Claudia la recibe.

CLAUDIA: Ah… sí… Gracias, ma’. Voy a seguir estudiando, entonces. 

Claudia comienza a subir las escaleras.

CLAUDIA: (CONT.) Me avisas cuando esté la comida. 

GISELA: ¡Claudia, ven acá!

Claudia baja los escalones que ya había subido.

CLAUDIA: ¿Qué pasa, ma’?

GISELA: ¿Cómo que qué pasa? ¿Tú crees que soy cojuda? ¿Qué haces comprando una prueba de embarazo?

CLAUDIA: Una prueba de…

GISELA: ¿Estás embarazada, Claudia?

Claudia se queda en silencio.

GISELA: (CONT.) Claudia, respóndeme. ¿Estás embarazada?

Claudia se queda en silencio.

GISELA: Claudia, ¡te estoy…!

CLAUDIA: Sí, ma’. Lo siento. 

GISELA: ¿Qué? ¿Es verdad, entonces?

CLAUDIA: Sí, ma’, yo no te quería decir nada pero…

GISELA: O sea, ya te fuiste a acostar con ese manganzón… ahí está pues… pero te estoy diciendo, carajo, que te cuides, una y mil veces… tú, ¿dónde tienes la cabeza, Claudia, ah?

CLAUDIA: Perdóname, ma’.

Se escucha el sonido de unas llaves y se abre la puerta de la casa. Entra Roberto (50), el papá de Claudia.

ROBERTO: Hola, gordita. Ah, hola, hija, no te había visto. ¿Qué pasa?

GISELA: Pasa que tu hija está embarazada, Roberto.

ROBERTO: ¿Cómo? ¿Qué estás hablando, Gisela?

GISELA: Eso, pues, Roberto. Que tu hija ya se fue a tirar al manganzón ese y el cojudo la dejó embarazada.

ROBERTO: ¿Me están bromeando, no? 

CLAUDIA: No. Es verdad, pa’.

ROBERTO: (DESCONCERTADO) Pero… ¿cómo va a ser? Mi hijita… pero si tú eres una niña, si tú todavía…

CLAUDIA: Papá, tengo veintiún años.

ROBERTO: Pero si tú eres una señorita, hija. Este desgraciado se ha aprovechado de… 

CLAUDIA: Papá, ¿qué estás hablando? Nadie se ha aprovechado de nadie aquí. Tengo veintiún años, papá, tengo sexualidad…

ROBERTO: Mi bebita…

CLAUDIA: ¿Cuál bebita, papá? ¿Tú a los veintiún años no tirabas?

GISELA: Claudia, no hables así en esta casa, por favor. No estás con tus amigos…

CLAUDIA: Es que es la verdad, pues, mamá. Mi papá cree que soy una niña, que no tengo sexualidad, qué cosa…

GISELA: No le hables así a tu padre, Claudia…

ROBERTO: No puede ser. No puedo creer lo que estoy escuchando. Mi hija en manos de ese tipo…

CLAUDIA: Papá, ¿qué es lo que te preocupa? ¿Qué esté embarazada o que tenga relaciones sexuales con Lucho?

GISELA: Pero, qué pregunta. Estamos preocupados por el embarazo, pues, Claudia. 

CLAUDIA: Ah ya, porque en el caso de mi papá, no parece la verdad. Pónganse de acuerdo.

GISELA: Acá nadie está hablando de las cosas que tú haces con tu enamorado ese. Yo te pedí siempre que te cuides ¿y ahora?, ¿quién le va a dar de comer a ese bebé? ¿Quién, dime?

CLAUDIA: Por eso no te preocupes, mamá, porque ya le dije a Lucho que no lo voy a tener.

ROBERTO: ¿Qué?

GISELA: ¿Cómo?

CLAUDIA: Que no lo voy a tener, lo que han escuchado.

GISELA: ¿Cómo que no lo vas a tener?

CLAUDIA: Eso pues, mamá. Yo no estoy en capacidad de criar un bebé y no quiero ponerles una carga más a ustedes… ya bastante tienen conmigo, ¿no? No soy una desconsiderada, como tú piensas. 

ROBERTO: Nadie ha dicho…

CLAUDIA: Y, además, quiero terminar de estudiar, me falta el internado y todo eso, con un bebé encima sería imposible…

GISELA: Claudia, ¿qué estás diciendo?

ROBERTO: El aborto es pecado, hija.

CLAUDIA: ¿Cuál pecado, papá? Por favor. Yo no soy religiosa ni nada. 

GISELA: No es un tema de religión, Claudia. Es un tema de responsabilidad. Vas a tener ese niño. Tu gracia, tu irresponsabilidad, no la vas a solucionar matando a la criatura que qué culpa tiene…

CLAUDIA: ¿Qué estás hablando, mamá? No lo voy a tener…

GISELA: Ahora vas a aprender qué cosa es ser responsable. Así como eres muy libre para ir a abrirte de piernas y tener relaciones con ese manganzón, ahora tendrás que asumir las consecuencias de tus actos pues. Te vas a hacer responsable. 

CLAUDIA: ¿Qué?

GISELA: Te tendrás que poner a trabajar pues, Claudia. Vas a tener que alimentar a esa criatura. Tendrás que aprender a la fuerza a ser responsable. Te dije una y otra vez, no te dio la gana de cuidarte, ahí está pues. No hay problema, vas a ser mamá, ojalá eso te ayude a madurar.

ROBERTO: ¿Mi hijita mamá?

CLAUDIA: ¿Mamá, qué estás diciendo?

ROBERTO: Gisela, cálmate, por favor. No sé si sea lo mejor. Vamos a conversarlo.

GISELA: Ahora tú también quieres que aborte, Roberto. Ya te olvidaste de los pecados que tanto decías… 

ROBERTO: No es eso… solo que…

CLAUDIA: Mamá… de verdad, ¿me vas a obligar a tenerlo?

GISELA: Aquí nadie te está obligando a nada, Claudia. No te hagas la víctima. Todo esto es tu responsabilidad, lo único que te estamos pidiendo es que asumas las consecuencias, tal vez así aprendes a…

CLAUDIA: Mamá, ¿tú hubieras querido tenerme?

GISELA: Ay, por favor, Claudia, no empieces con eso… No vengas a querer manipularme a mí…

CLAUDIA: Te estoy preguntando de verdad, mamá. Respóndeme.

GISELA: Yo no tengo nada que responderte, Claudia.

CLAUDIA: Mamá, ¿cuántas veces me has contado que tuviste que dejar la universidad porque me tuviste a los veinte años? ¿Ya no te acuerdas?

ROBERTO: Hija… mejor…

CLAUDIA: No, papá. Déjala, quiero escuchar a mi mamá. Respóndeme, mamá… ¿Eso mismo quieres que pase conmigo?

ROBERTO: No, hija. Tú tienes que terminar tu carrera como sea. Ya no falta nada, además. Vas a ser toda una doctora.

CLAUDIA: Mamá, te he preguntado algo y no me has respondido. De verdad, ¿quieres que me pase lo mismo a mí? ¿Quieres que deje de estudiar? ¿Quieres eso solo para que yo “aprenda” a ser responsable? ¿Puedes ponerte en mis zapatos por un segundo siquiera? 

GISELA: Claudia, esto…

CLAUDIA: ¿Tú no hubieras querido que tu familia se pusiera en tus zapatos por un segundo en lugar de obligarte a tenerme?

GISELA: Entiende…

CLAUDIA: Mamá, ¿te imaginas cómo hubiera sido tu vida con un hijo planeado en lugar de tener que tenerme a la fuerza solo porque te obligaron? ¿Solo porque te miraban mal si decías que ibas a abortar?

GISELA: (A PUNTO DE QUEBRARSE) Claudia, deja de decir eso…

CLAUDIA: Es que es la verdad, mamá. ¿Te das cuenta? ¿No te duele?

Gisela rompe en llanto y se acerca donde Claudia, la abraza y llora.

GISELA: ¡Perdóname, hija! ¡Perdóname, por favor! ¡Perdóname, Claudia, perdóname! Tienes razón… yo no quiero que tú…

La voz de Gisela se va perdiendo. Un efecto de sonido.

ESC. 3: INT. HABITACIÓN DE CLAUDIA. DÍA.

Claudia en el teléfono habla con Lucho.

CLAUDIA: …No, no sabes… yo te dije, ya sabía qué iba a pasar… ha sido horrible, estoy agotada, un dramón, por eso yo no quería decir nada, ¿ves?… ¿qué?… ah, es que el chico de la farmacia se olvidó de darme el vuelto y la boleta y se la entregó a mi mamá… más piña yo…  

GISELA: Claudia, ¡el delivery de la farmacia!

CLAUDIA: ¡Ay, no! Ta’ mare, este pata siempre me caga, carajo… Pérate, te vuelvo a llamar. ¡Ahí voy, mamá!

ESC. 4: INT. ESCALERAS DE LA CASA DE CLAUDIA. DÍA.

Claudia baja las escaleras de su casa. Se encuentra con Gisela.  

GISELA: Ya lo recibí. Son las pastillas que necesitas, ¿no?

CLAUDIA: Sí, ma’. 

GISELA: ¿Y así no más funcionan?

CLAUDIA: Sí, se usan 12. Se van colocando debajo de la lengua, y a esperar

GISELA: ¿Estás segura, hija?

CLAUDIA: Sí, mamá. Incluso hay una guía de la OMS y todo. Es súper seguro.

Se oyen unas llaves y se abre la puerta. Entra Roberto.

ROBERTO: Hola, gordita. Hola hija, mi bebita, ¿cómo estás?

CLAUDIA: Ay, papá, ¿ya vas a empezar de nuevo con lo de bebita?

GISELA: Tú hija ya está grande, Roberto, entiende. 

ROBERTO: Pero es que es de cariño… de verdad no quieres que te diga así, ¿ya?

GISELA Y CLAUDIA: (A LA VEZ) ¡Noooooooooooooooo!

Ambas ríen.

FIN

 

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