LA HISTORIA DE ROSA Y MILUSKA

Historia de ficción basada en hechos reales sobre proceso de aborto en clandestinidad de Rosa y Miluska

• Diseño de portada: Dania Chávez

• Guión: Ronnie Farfán

• Producción: Cynthia Nunez-Curto, Aron Nunez-Curto y Johuseline Porcel

• Actúan: Beatriz Ureta, Rosita Chauca, Alberick García y Julia Thays

Rosa y Miluska son dos amigas que acuden a un establecimiento de salud. La situación de emergencia por la que pasa una de ellas está exponiendo su vida; sin embargo, son víctimas de violencia obstétrica, maltratos y acusaciones por parte del personal que debe ayudarlas. Ambas amigas alzan la voz y logran ser atendidas.

Si bien en Perú el aborto se encuentra penalizado -a excepción del aborto terapéutico- esto no impide su práctica y obliga a recurrir a la clandestinidad a miles de mujeres y personas con la posibilidad de gestar, dejándolas expuestas a diversas situaciones que ponen en riesgo su vida y su salud, así como a múltiples situaciones de violencia. 

Según el Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos (PROMSEX), se estima que en Perú un 42 % de las mujeres que se realizan un aborto no acuden a un profesional de la salud. Asimismo, se calcula que cada año ocurren 371.420 abortos, de acuerdo a un estudio elaborado por la antropóloga Delicia Ferrando en 2006. Es decir, cada día más de 1.000 mujeres, transmasculinidades y personas no binarias deciden interrumpir sus embarazos en clandestinidad. 

GUIÓN

ESC. 1: INT. SALA DE EMERGENCIA DE UN HOSPITAL EN CUSCO. DIA. 

Rosa está sentada en la sala de espera. Se oyen voces de otros pacientes, sonido de ambiente de un hospital, el ruido de una camilla desplazándose. 

OBSTETRA: ¡Paciente Silva!

Se oyen los pasos de Rosa que se acerca a una obstetra.

ROSA: [CON UN QUEJIDO DE DOLOR EN SU VOZ] Señorita, ¿faltará mucho para que me vea el doctor?

OBSTETRA: Ya te dije que ahora te van a llamar, mamita. Tienes que esperar.

ROSA: Es que ya van a ser casi tres horas que estoy esperando.

OBSTETRA: ¿Y qué quieres? Esto es una emergencia. Aquí todo es urgente.

ROSA: Sí, pero es que me duele mucho. Ya no aguanto. 

OBSTETRA: A todas las que están aquí les duele mucho. 

ROSA: [APRETANDO LOS DIENTES POR EL DOLOR]Es que de verdad me está doliendo mucho. Siento que me están arrancando el estómago, es muy… 

OBSTETRA: Pero tú tienes la culpa. Ese es tu descuido, mamita. Has debido cuidarte. Aquí las mujeres vienen por sus partos pero lo tuyo es distinto, esa es tu responsabilidad.

ROSA: Me duele mucho, ya no aguanto.

OBSTETRA: Uy, ve, estás manchando todo el piso. Toma, pon este periódico en la silla a la hora que te sientas. Tienes que traer tus toallas…

ROSA: ¿No es mucha sangre?

OBSTETRA: Espera ahí no más que ya te van a llamar.

ROSA: ¿Cuántas pacientes faltan?

DOCTOR: ¡Obstetra!

OBSTETRA: Me está llamando el doctor. Siéntate ahí no más. 

Se oyen los pasos de Rosa que se sienta y acomoda el periódico antes de volver a sentarse. Llega, agitada, Miluska.

MILUSKA: ¡Rosa! El taxista se demoró, discúlpame. ¿Qué tienes, qué te pasa?

ROSA: Es lo de las pastillas.

MILUSKA: ¿Qué pasó? ¿Usaste las doce?

ROSA: Sí, pero parece que no salió todo. Se ha quedado ahí.

MILUSKA: Ay, carajo. ¿Y cómo sabes?

ROSA: Porque no lo he visto, pues, Milu. Me duele mucho.

MILUSKA: Estás pálida. ¿Qué te han dicho?

ROSA: Que espere no más, que ya me van a atender.

MILUSKA: ¿Desde qué hora estás acá?

ROSA: He llegado a las diez casi.

MILUSKA: ¿A las diez? Ya son más de la una… ¿Has hablado con la obstetra?

ROSA: Ya le dije. Dice que me van a llamar.

MILUSKA: ¿Tu mamá sabe que estás acá?

ROSA: No, me mata si se entera…

MILUSKA: Me imagino. Pérate, ahí está esta cojuda, le voy a preguntar.

Se oyen los pasos de Miluska acercándose donde la obstetra. Se oye el sonido de un paquete plástico y otros objetos que la obstetra deja caer sobre una canastilla.

OBSTETRA: [DANDO UNA INDICACIÓN A ALGUIEN] Esta ampolla de oxitocina hay que ponérsela a la paciente de la cama cuatro. 

MILUSKA: Señorita, qué tal, una consulta.

OBSTETRA: Tienes que pasar por triaje primero, mamita. Allí a la entrada.

MILUSKA: No, no. Mi amiga es la paciente. 

OBSTETRA: ¿Cuál amiga?

MILUSKA: La que está ahí sentada.

OBSTETRA: Ah, la que ha abortado. 

MILUSKA: Sí, ella. ¿Falta mucho para que la vean?

OBSTETRA: Hay varios pacientes más graves antes que ella. Tiene que esperar.

MILUSKA: Pero Rosa también está grave. Está que se cae. Ahorita se desmaya.

OBSTETRA: Y quién le manda pues.

MILUSKA: ¿Quién le manda a qué? ¿A tirar? ¿Acaso usted no tira?

OBSTETRA: ¿Qué has dicho?

MILUSKA: Que si usted no tira.

OBSTETRA: Malcriada.

MILUSKA: Respóndame pues, señorita. 

OBSTETRA: Majadera. Yo me cuido. Todas las mujeres decentes nos cuidamos, no como tu amiga. 

MILUSKA: ¡Mi amiga también se cuidó y ya ve! ¡Ningún método es cien por ciento seguro! ¿Pa’ eso estudian ustedes?

OBSTETRA: Mira, deja de hacerme perder el tiempo y siéntate tranquila ahí a esperar.

La obstetra toma sus cosas y se va, se oyen sus pasos. Miluska regresa donde Rosa.

ROSA: ¿Qué dice?

MILUSKA: Que esperemos no más, que ya te van a llamar. Vieja de mierda esta.

ROSA: Me duele mucho, Miluska.

MILUSKA: Hay que cambiarte ese papel, mira cómo estás. Ta’ toditito manchado. Párate, párate un ratito… Ya está, siéntate. ¿Sabes qué? Pásame mi cartera…

ROSA: ¿Qué?

MILUSKA: Que me pases mi cartera. No, mira, tú mejor ni te muevas que ahorita te me desarmas…

Se oye el sonido de Miluska abriendo y cerrando su cartera. 

ROSA: ¿A dónde vas?

MILUSKA: Quédate ahí que ya vengo.

OBSTETRA: ¡Paciente Coronel! ¡Paciente Coronel! ¡Coronel! ¡Coronel! 

MILUSKA: Ya está, en cinco minutos te llaman. 

ROSA: ¿Cómo sabes? 

MILUSKA: Ya no preguntes mucho. Me debes veinte soles. 

ROSA: Ay, Miluska, me duele mucho, ya no aguanto.

MILUSKA: Puta madre.

DOCTOR: ¡Paciente Quispe!

MILUSKA: ¡Aquí, aquí! ¡Ella es!

DOCTOR: Pasen por aquí, por favor.

ESC. 2: INT. CONSULTORIO DE EMERGENCIA DEL MISMO HOSPITAL EN CUSCO. DIA. 

DOCTOR: Recuéstate en la camilla, por favor. Los pies para este lado. Más adelante. ¿Usted es su pariente?

MILUSKA: No, soy su amiga, doctor.

DOCTOR: Bueno, cuénteme, qué ha pasado, ya algo me adelantó la obstetra.

ROSA: Parece que he tenido una pérdida, doctor.

DOCTOR: ¿Parece? ¿Cómo que parece? ¿Así de la nada?

ROSA: Es que no sé, doctor, me empezó a doler fuerte el estómago y…

DOCTOR: Así de la nada no ocurre un aborto, sino ninguna mujer podría dar a luz.

ROSA: Lo que pasa es que…

DOCTOR: Seguro has estado tomando hierbas… 

ROSA: No, doctor…

DOCTOR: Ya sabes que a mí no me puedes mentir…

ROSA: Es la verdad, doctor…

DOCTOR: A ver, déjame revisar. Abre, por favor. ¿Qué edad tienes?

ROSA: Veinte.

DOCTOR: ¿Veinte no más? Aquí abajo parece que tuvieras más ah… (Ríe) Aquí veo bastante trajín yo. Voy a empezar a revisar, tengo que introducir algunas piezas para examinarte. [Se oyen algunas piezas metálicas] Puede molestar un poco… aunque a veces, más bien, les gusta a las pacientes (Ríe)…

MILUSKA: Doctor, no sea malo. Le está doliendo mucho y ¿usted se pone a hacer esas bromas? 

DOCTOR: Ya le va a pasar. Además, ya le dije que no siempre duele, a veces, más bien, les gusta… A ver, a ver, por aquí… ¿y dónde está el novio? 

ROSA: Está en su trabajo, doctor. 

DOCTOR: ¿Y sabe que estás acá?

ROSA: ¡Ay! Me duele.

DOCTOR: Te dije que iba a doler un poco. Pero no cierres porque tengo que revisar. ¿Es tu enamorado imagino?

MILUSKA: ¿Son necesarias esas preguntas, doctor?

DOCTOR: Tengo que saber. Los médicos tenemos que saber las circunstancias para atender al paciente. Voy a pedir que le vayan preparando una ecografía. Quédate ahí no más porque tengo que seguir revisando. ¡Obstetra!

Se oye el sonido de una puerta cerrándose cuando el doctor sale del consultorio. 

MILUSKA: Este cochino… ¿ya viste cómo son? Huevadas no más dice. Estoy acá bien atenta yo porque ya lo veo haciéndose el pendejo. Pásame tu celular que el mío esta sin batería…

ROSA: Sí, pero no le digas nada, Miluska, quiero que me atienda. No me vaya a hacer daño o no querer atender. 

MILUSKA: ¿Te sientes mejor?

ROSA: No mucho.

MILUSKA: Y sigues sangrando todavía…

Entra el doctor. Se oye el sonido de la puerta abriéndose.

DOCTOR: Ya está la orden para la ecografía. En unos minutos, nos avisan.

ROSA: ¿Qué es eso que tiene ahí, doctor?

DOCTOR: Es otro espéculo para seguir con el examen. Este es el que más les gusta a las pacientes, por si acaso. Tranquila, no te va a doler, estoy bromeando. A ver…

ROSA: ¡Au!

DOCTOR: Uyuyuy. Aquí hay restos de pastillas. ¿Qué pasó?

ROSA: No sé de qué habla, doctor.

DOCTOR: Ah, o sea que las pastillas han llegado solas hasta tu vagina. 

ROSA: ¿Pastillas?

MILUSKA: (SUSURRANDO) ¡Ay, Rosa! Pero sí te estoy diciendo que te las pongas debajo de la lengua…

DOCTOR: Mira, mamita, no te voy a poder atender porque lo que has hecho es un delito. 

ROSA: ¿Qué cosa, doctor?

DOCTOR: Aquí están los restos de las pastillas que te has estado metiendo para abortar. Cuántas te habrás metido… No te voy a poder atender hasta que te vea la policía.

MILUSKA: ¿La policía?

DOCTOR: Sí, tengo que llamar a la policía para que dejen constancia de esto. Esto tiene que ir a la fiscalía. Vas a tener que esperar. Recién luego de que te vea la policía puedo seguir evaluándote y hacer lo que haya que hacer…

ROSA: Doctor, por favor, no me puede dejar así, estoy hace más de cuatro horas aquí… siento que me están arrancando el vientre…

DOCTOR: Lo siento, mamita. Es mi deber.

MILUSKA: Su deber es atenderla, doctor. Mi amiga está en riesgo, se está desangrando hace horas y no puede más del dolor, ¿no se da cuenta?

DOCTOR: Eso debió pensarlo antes de abrir las piernas.

MILUSKA: Doctor, usted tiene que atenderla. No hay ninguna ley que diga usted no puede atenderla hasta que la vea la policía.

DOCTOR: ¿Y quién ha dicho eso?

MILUSKA: Yo, que soy abogada.

ROSA: Miluska…

MILUSKA: Mire, doctor, o atiende ahora mismo a la Rosa o lo vamos a denunciar por poner en riesgo su vida. Aquí estoy grabando todo hace rato con mi celular.

DOCTOR: ¿Grabando? ¿No sabes que es ilegal grabar a alguien sin su permiso?

MILUSKA: ¿Y usted no sabe que es ilegal poner en riesgo la vida de una persona? Ya doctor, vamos de una vez con la ecografía y olvídese de la policía que aquí lo primero es la salud de Rosa…

ESC. 3: EXT. CALLES DE CUSCO. DIA.

Ruido de la calle. Rosa y Miluska caminan. 

MILUSKA: ¿Y cuándo se terminó de ir el sangrado?

ROSA: ¿Todo, todo? Como dos días más después de que me atendieron.

MILUSKA: ¿Y tienes que ir de nuevo para que te chequeen?

ROSA: Sí, el lunes tengo que ir de nuevo.

MILUSKA: Ojalá no más que no te toque otro médico huevón. Y si no, me avisas no más, ya sabes. Mira, no, mejor dime a qué hora es y yo te acompaño. 

ROSA: Gracias, Milu. Mira, esta es la pollería que te decía.

MILUSKA: Uy y yo que estoy con un hambre de embarazada…

ROSA: Yo te invito. Te debo una. 

MILUSKA: Una, no. Me debes veinte soles, no seas graciosa. 

ROSA: Sí, por eso yo voy a invitar.

MILUSKA: ¿Ah, me vas a invitar con los veinte soles que me debes? Cha’ que bien caro sale ser tu amiga, Rosa, oe…

FIN

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